"Cuando no le damos agua al alma, el corazón se deshidrata y nos sentimos irritables, preocupados, ansiosos, sin esperanzas. Cuando nuestro corazón está sediento, tomamos decisiones equivocadas y cometemos muchos errores en el camino. Y la Biblia narra que el Mesías, al ver un pueblo sediento en la fiesta del tabernáculo alzó la voz y dijo 'Si alguno tiene sed ¡venga a Mí y beba!' Pero... ¿Dónde podemos encontrar agua para el alma?"
Dios les bendiga!
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